Con la llegada del nuevo año hemos podido comprobar la conversión anunciada de un canal de información en otro que atiende de forma permanente y exclusiva el día a día de un grupo de jóvenes. Resulta paradójico el enorme contraste entre esas emisiones. Por un lado la información global, el contraste de opiniones de gran solvencia, el análisis en profundidad de la actualidad política, las previsiones económicas...... y por el otro la rutina, la aparente falta de madurez o expresiones que podemos utilizar cuando nos cruzamos con el vecino a modo de cumplido o para salir del paso sobre cualquier asunto sin necesidad de pensarlo dos veces y sin que tenga mayor trascendencia.
La razón de esta sustitución como siempre no serán los gustos de la nueva empresa sino los costes y los niveles de audiencia que sin duda llevan aparejados uno y otro tipo de programa. Se puede entender la utilización de la TV sobre todo como medio de ocio, a modo de espejo de nuestras pequeñas miserias, y recrearnos en asuntos sencillos o simplemente fantasiosos accesibles a cualquier imaginación que no requieran el esfuerzo de tener que pensar demasiado, de combinar datos complejos o plantear incógnitas que no se pueden despejar en el transcurso de la serie pero habría que buscar una vía intermedia como camino de la información o al menos no dar la sensación, con cambios tan bruscos, de que el país se está embruteciendo. Aunque sea verdad.
<a href="http://www.chollovuelos.com/" target="_blank">Vuelos Baratos</a>
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